Las pequeñas cosas

1 de junio de 2008

El otro día, mientras entablaba una conversión con un amigo, me salio la siguiente frase: "La vida esta llena de cosas malas, pero tenemos que saber disfrutar de las buenas, por mas chicas que sean". Te digo que tengo razón (si a vos, sabes a quien le estoy hablando. No pongo tu nombre para no escracharte).

Alguno piensa diferente? De ser así, por favor, comenten, sus opiniones serán bien recibidas. Pero la realidad es esa, la vida esta llena de, digamos, "excremento de perro". Pero las cosas que menos notamos son las que valen la pena. Sentarse a mirar el cielo, pensar con uno mismo, estar con la persona que uno quiere aunque sean 5 minutos...

Esas cosas hay que poner en la balanza cuando se mide la vida de uno. Es inevitable sentir dolor, sufrimiento, cometer errores, equivocarnos. En esos momentos, hay que ver el vaso medio lleno.

Estamos tan ocupados en ser perfectos (y no me vengan con ese cuento de no quiero ser perfecto, porque todos deseamos ser perfectos en lo que hacemos) que dejamos de lado lo verdaderamente importante. Te echaron del trabajo? Pensá en la experiencia que ganaste haciéndolo. Te bocharon de una materia? Pensá en lo que aprendiste, porque aunque te hayan bochado, no significa que no hayas aprendido nada. Te dejo tu novia/o? Son cosas de la vida, la gente va y viene, ya alguien mas va a llegar.

Siempre van a suceder cosas que no planeamos, que no nos gustan, que cambian totalmente una situación. Hay que ver donde se encuentra el error y tratar de corregirlo para no volverlo a hacer en un futuro. Lo que no debemos hacer es quedarnos enfrascados en el pasado, en las cosas que fueron, lamentandonos por algo que tuvimos o que podríamos haber tenido.

La vida es una sola, no la desperdiciemos quejándonos y vivamosla. Si no lo hacemos, es una vida perdida, sin sentido.