Por cosas asi me gusta viajar en tren

24 de mayo de 2008

Estación Bella Vista. El tren no llegaba, por mis oídos se cruzaban las voces de Fito, Sabina y Calamaro, dando vueltas por la estación para pasar el rato hasta que llegara mi transporte.


Al momento que llega, dejo pasar a una señorita, la cual se sienta enfrente de mí. Hasta acá no pasa nada. Era linda, pero la historia tiene otro sentido.

A todos nos pasa que SIEMPRE hay uno de esos vendedores que te rompe la paciencia hasta mas no poder, que no entienden un NO. Esta vez le paso a esta señorita.

Aparece por la puerta del vagón uno de esos vendedores que te saca hasta una jirafa de la caja que llevan colgada del cuello. Comienza a dar vueltas, ofreciendo pilas, alicates, linternas, chicles, un tornillo, la honestidad de un político, etc. En eso, divisa a la señorita, la cual estaba ensimismada en su libro de psicología.

“Como le va señorita, no desea comprar pilas para su emepetre’?”
“No, gracias, ya tengo.” Le contesta amablemente.
“Y que tal unos chicles, nunca vienen de mas, para combatir el mal aliento” Ya esa frase hizo que levantara mi mirada, y vi que la chica entrecerraba un poco los ojos.
“No? Y que tal una lima? No vendría mal limar las uñas de vez en cuando…” Cerro el libro de golpe, y de manera seca le contesto un NO GRACIAS que podía congelar hasta el infierno. Yo ya no podía contener la risa, sentía que estaba por explotar…

Pobre hombre, parecía medio limitado, porque seguía molestando a la señorita. No, yo no intervine, yo fui un espectador en primera fila, disfrutando cada momento je.

“Y que tal unos preservativos? Nunca están de mas, nunca se sabe cuando los va a necesitar”
Esa fue la gota que rebalso el vaso. “NO; NO QUIERO, NO ME ROMPAS MAS LAS PELOTAS, TE DIJE 30 VECES QUE NO. NO ME JODAS MAS!!!!!”

Eso fue el disparador. Me empecé a reír, mientras veía que el hombre se alejaba cabizbajo hacia el otro vagón, vendiendo sus pilas, chicles, honestidad de político, etc. Cuando reprimo un poco la carcajada y abro los ojos, veo que la chica me esta mirando con una cara que hacia difícil diferenciarla de su trasero. Eso fue peor.

Lo único que logro fue hacerme reír nuevamente, acentuando su cara de traste. Por suerte para mi, ella se empezó a reír también, sino creo que hubiera terminado abajo del tren…

3 Comments:

estefi. said...

Los vendedores en los transportes públicos son insoportable.
Yo un par de veces me tenté en el tren/colectivo hasta caminando por la calle, por ver alguna situación parecida a la relatada.
Son esas cosas que hacen que el viaje pase más rápido y te olvides si estas viajando todo apretujado, o muriendote de calor, o soportando el feo olor de la persona que tenes delante o a tu lado. Dios, detesto la gente que no se asea diariamente, jaja!.
te dije que te agregué al msn??

bettylis said...

segui asi con tu blog vas muy bien ... buen relato , increiblee jamas me escuche una anecdota asi ,, je je

bettylis said...

el mio es super pedorro al lado del tuyo es coherenteee!