Control

20 de mayo de 2008

El hombre necesita el control de su vida, de las cosas que lo rodean (y por qué no, del televisor). Exaspera, no solo a si mismo, sino a los demás el punto al que esta dispuesto a llegar uno para mantener el control.

Hay cosas que están fuera de nuestra comprensión y alcance, por ende, también de nuestro control. Esto es parte de la vida, no decidimos por la totalidad de las cosas que se encuentran dentro de nuestro rango de visión o comprensión.

Desde tiempos muy lejanos, el hombre lucho por el control. Asesinó, traicionó, ultrajó, y un sinfín de acciones malintencionadas mas. Lo más lamentable, es que no poseían ese control por mucho tiempo, ya que alguien con ansias de poder se los quitaba nuevamente, para continuar con este círculo vicioso.
En nuestra época pasa algo parecido.

Luchamos despiadadamente por poseer el control. Pero una vez que lo poseemos, rara vez sabemos como utilizarlo. Demanda madurez, sabiduría. Demanda un conocimiento profundo de lo que se posee control, sino esto nos llevaría a perderlo.

Es sorprendente lo lejos que estamos dispuestos a llegar para mantener un cierto control. Nos insertamos en una espiral de complicaciones para mantener todo el orden, incomprensible como parezca.

Nos agarramos muy fuerte a ese control que ejercemos, cuando lo que nos gustaría es dejarnos llevar, perderlo, caer, ver donde aterrizamos, para luego si, tratar de retomar el control.