Reflexiones inventadas... o reales?

10 de septiembre de 2008

Como buen estudiante de Derecho que soy, en cada lugar que voy siempre veo alguna ley, algún artículo de el Código Civil, o de cualquier otro...

Pero, como sé que no a todos les gustan las leyes, y porque tampoco quiero aburrirlos y que mi blog sea visitado por... digamos... nadie, voy a postear lagunas leyes que invento yo, o que en realidad pasan en todos lados, en cualquier lugar donde uno está, mientras viaja, labura, estudia, cualquier cosa...

• Es fija que cuando te subís al colectivo y ves justo el UNICO asiento libre, apenas te estás por sentar entra una embarazada con panza de 30 meses.
• En su defecto, entra una señora con más años que el Señor Burns.
• Cuando uno está a 15 minutos de salir del laburo, siempre aparece algun papelito que teníamos que llevar hasta la otra punta del país. Lo pero es que ese papelito es FUNDAMENTAL, no llevarlo te costaría el laburo.
• Mientras viajamos en el colectivo después de un día que te dejo de cama, tratando de dormir un poco aunque sea, sube una mujer con una bolsa de 3 metros, y justo se viene a parar al lado de donde vos estás, por lo que todo el viaje la bolsita te pega en la cabeza.
• Cuando ya no te dan más las piernas de tant ir y venir y lo único que querés es sentarte, el colectivo y el tren rebalsan de gente.
• Si uno está apurado, el tiempo siempre pasa más rápido, y nosotros vamos cada vez más lentos (y los semáforos y la gente conspiran en nuestra contra).
• Tenés parcial, y justo el tema que no estudiaste porque pensaste que ni en pedo lo tomaba, vale el 90% del parcial.
• Cuando estás a punto de terminar una lista enooorme de tareas, la última es la que te lleva más tiempo (más que todas las otras juntas).
• Tenés dos posibilidades de tomar un colectivo para llegar a un lugar, uno en una esquina y otro en la otra. Es ley que siempre viene el de la esquina contraria a la que vos estás (esto ya lo dije, pero me sigue pasando je).
• Cuando no tenés un carajo para escribir, escribís boludeces (como esto).

Todo esto puede ser refutado, pero a mí me pasa, y por desgracia, seguido...

Ni siquiera cruzando por abajo de 30 escaleras, demoliendo una casa de espejos, cruzarte una congregación de gatos negros, pasar 40 veces por comida la sal en la mano, y no se cuántas supersticiones más, se puede tener tanta suerte como la mía...

No me envidien...